Los Agustinos somos seguidores de Jesucristo, y vivimos en comunidades de fe, según el espíritu de san Agustín, el gran doctor de la Iglesia.
Agustín, durante toda su vida, se dedicó a la promoción de la unidad y la amistad, la auténtica comunión, y promovió un estilo de vida religiosa que tuvo como inspiración la comunidad primitiva cristiana según los Hechos de los Apóstoles.
La Orden de San Agustín (OSA) , heredera de la “familia religiosa fundada por el mismo San agustín” (Constituciones OSA, 7), nació jurídicamente en el mes de marzo del año 1244, cuando el Papa Inocencio IV unió ciertos grupos de ermitaños como comunidad de hermanos mendicantes. Desde sus inicios reconoce a San Agustín como “padre, maestro y guía espiritual“, ya que de él recibe su Regla, nombre, doctrina y espiritualidad” (Constituciones OSA, 2).
Los Agustinos estamos presentes en 50 países diferentes.
Africanos con san Agustín. Tenemos raíces africanas por eso fundamos la Comunidad Agustiniana del Colegio San Agustín en Ceuta (España) en el año 1914. Nos sentimos agradecidos por este gran don de Dios centenario que tantos frutos ha dado de fe y de cultura.
Además de Ceuta, los Agustinos estamos en los siguientes países de África:
- Nigeria (NIG): Provincia de S. Agustín.
- Rep. Dem. del Congo (CON): Vicariato de S. Posidio.
- Kenia (KEN): Delegación de Kenia.
- Tanzania (TAN): Delegación de Tanzania.
- África del Sur: Convento Agustiniano de Durban.
- Argelia: Convento de S. Agustín de Anaba.
Somos seguidores de san Agustín, africano de corazón universal. Nació en Tagaste, Argelia, fue obispo de Hipona, hoy Annaba. En esta ciudad estamos los Agustinos, atendiendo la Basílica de san Agustín, desde el año 1881, hace 135 años, en el lugar donde estaba la Basílica de la Paz en tiempo de san Agustín, hace más de 1.600 años. En octubre de 2013 se inauguró la basílica renovada, signo de paz y armonía entre pueblos de diferentes culturas y religiones. El pueblo de Argelia tiene en gran aprecio y respeto a san Agustín, el Doctor de la gracia, y ahora puede contemplar, en la hermosa basílica recién restaurada, la importancia tanto de su persona como del lugar que conserva su memoria.